La ley marcial; la suspensión de la Constitución, del Parlamento y del Senado; la censura de los medios y el control de internet; las detenciones de líderes políticos, entre ellos la ex primera ministra Yingluck Shinawatra, y los blindados en las calles son características claras de un golpe de Estado. Pero el mejor ejemplo de la interrupción del proceso democrático en Tailandia es que los militares han depuesto a un gobierno ganador en las urnas el mes de febrero con el 53,8% de los votos. La oposición boicoteó los comicios y tampoco reconoció los resultados, como una acción más en su intento – constante y gradual – de hacerse con el poder absoluto.
mayo 26, 2014