Nosotros ante los árabes y musulmanes
25/9/2012
El conocimiento que tenemos del mundo árabe y el islam es superficial, limitado y configurado por prejuicios y conveniencias. El profesor Bichara Khader menciona varios estereotipos: integrista, violento, enriquecido y antioccidental. Podemos añadir: amenazador; radical; despótico; acostumbrado a la sumisión; incapaz de respetar los derechos humanos y arcaico por la importancia que da a la religión en la vida diaria, personal y comunitaria.
Se confunden los términos y olvidamos la diversidad. Integrismo y fundamentalismo son tendencias relacionadas más bien con el cristianismo. En las múltiples divisiones del islam conviven y se enfrentan suníes y chiíes; la ortodoxia conservadora y otra más abierta; los islamistas progresistas y los reaccionarios; diferentes concepciones y prácticas del yihad: como esfuerzo para la conversión personal o violencia obligatoria. Sobresalen el misticismo sufí y un reformismo que postula el libre albedrío, la razón y la relectura de los textos y las tradiciones. Los civistas señalan que la democracia puede ser islámica y asimilan la chura (consulta) al parlamento. Grupos de mujeres musulmanas defienden sus derechos.
El petróleo proporciona un enriquecimiento fugaz y desigual. Son pocos los países árabes y musulmanes que disponen de estos recursos y sus beneficios no se reparten equitativamente.