A David Fincher (Denver, Colorado, 1962) ya le gustaba de niño trastear con la cámara súper 8. La enorme importancia que concede al dominio de la técnica visual, la fotografía y la posproducción procede de su inicio como integrante de la Industrial Light & Magic. En la factoría de George Lucas, Fincher se ocupó de los efectos especiales de El retorno del Jedi e Indiana Jones y el templo maldito. Después, ha dirigido numerosos videoclips publicitarios de lujo para Nike, Coca Cola, Madonna, Sting, Nine Inch Nails, Michael Jackson, George Michael, Rolling Stones, Aerosmith…
Con diez películas en su haber (un cineasta completo: asimismo actor en cuatro y productor en 10 y co-director y co-productor de una serie, House of cards), Fincher se ha impuesto como uno de los cineastas más personales, creativos e incisivos del cine actual. La crítica y el público esperan impacientes cada una de sus películas. Todas diferentes, pero con un estilo narrativo personal – en contenido y técnica – marcado por una percepción acerada y desoladora del mundo contemporáneo, con protagonistas individuales turbados; una dirección de actores impecable y unos efectos técnicos asombrosos.
No guarda buen recuerdo de Alien 3, su primera película. Recortada por la Fox, es una incursión fallida (según el propio Fincher) en esta serie de anticipación de un futuro aterrador. Alien 3 nos presenta, a pesar de todo, rasgos de su estilo posterior con ambientes opresivos y brumosos.
La libertad creativa es una de sus normas para conseguir otra de sus características: el perfeccionismo. No le importa rodar una toma 99 veces (como la secuencia introductoria de la Red social) si logra un resultado óptimo.