De cuerdas y bits
La música de videojuegos toma la batuta

En esta nueva entrega de 傾聽 (Qing ting) en 遠方 Yuǎnfāng magazine me acerco al fenómeno de los conciertos sobre bandas sonoras de videojuegos. Una práctica que surgió en Japón en los 80, pero que en Europa no se extendió hasta bien entrado el nuevo milenio. Experimentación musical, apertura de públicos y poder de convocatoria. Las bandas sonoras de videojuegos están renovado la música en general, y la sinfónica en particular. Porque si las películas han sido las narrativas audiovisuales dominantes del siglo XX, los videojuegos serán las del XXI.

 

 

De cuerdas y bits

La música de videojuegos toma la batuta

 

Un gran sala sinfónica. Una orquesta de renombre. Un potente coro. Y más de dos mil entradas vendidas. El programa, sin embargo, no incluía a Mozart, Verdi o Beethoven. Sí a nombres como Nobuo Uematsu, Koji Kondo, o Kiochi Sugiyama. Tres compases bastan para reconocer el tipo de música con el que el Auditorio Nacional de Música de Madrid colgó el “no hay entradas” el pasado 9 de noviembre:

Fragmento de la partitura de Súper Mario Bros

Quizás no sepamos identificarla a primera vista, pero al nombrar Súper Mario Bros inmediatamente sobrevuela la melodía 8 bit que tantas infancias ha acompañado desde hace casi treinta años. Es una llamada a la nostalgia; principal emoción que aflora en los conciertos Video Games Live. “El poder e intensidad de una orquesta sinfónica mezclada con la emoción y la energía de un concierto de rock y la tecnología e interactividad de un videojuego”, afirman sus organizadores. En el repertorio encontramos la música de las sagas de ZeldaSonicMonkey Island o Street Fighter junto a juegos más recientes como Mass EffectMetal Gear Solid o Silent Hill. Porque, unida a la evolución técnica, gráfica y narrativa de los videojuegos, se encuentra la sofisticación de sus bandas sonoras. Y la apertura a un nuevo campo de apreciación musical, como demuestra la buena acogida de este tipo de conciertos.

Video Games Live – 9 de Noviembre 2014 – Madrid – Auditorio Nacional

A través de las primeras melodías monofónicas y cíclicas de microprocesadores (años 70) hasta las complejas orquestaciones y elaborados sound design de hoy en día se puede recorrer la historia de un género musical propio, cuya influencia sigue muy presente en la música actual. Sin embargo, hasta hace bien poco, era difícil poder escuchar las bandas sonoras de los videojuegos si no era sumergiéndonos en sus historias. Como con las delanime, podíamos encontrarlas por separado únicamente en Japón. Ya desde mediados de los 80 se comercializaban por separado, reinterpretaban en vivo o versionaban de manera habitual. El primero en iniciar esta práctica fue uno de los padres fundadores del género, Koichi Sugiyama  – Dragon Quest – quien en 1986 lanzó al mercado una recopilación de sus composiciones interpretadas por la Orquesta Filarmónica de Londres. A él le debemos la primera serie de conciertos con música de videojuegos: los Family Classic Concerts. Ante el éxito de esta propuesta, posteriormente decidió ampliar el repertorio a otros compositores (Koji KondoMario, The Legend of Zelda -, Nobuo UematsuFinal Fantasy o Keiichi Suzuki EarthBound -, entre otros) e incluir a más orquestas, como la Orquesta Filarmónica de Tokio y la Sinfónica NHK. Eran los Orchestral Game Concerts:

Orchestral Game Concert 1,2,3,4,5 – Tokyo City Philharmonic Orchestra (CD)

En Europa tuvimos que esperar hasta el nuevo milenio para escuchar el primer concierto sinfónico exclusivamente de este tipo de música. Fue en Alemania y a cargo de la Orquesta Sinfónica de la República Checa. Más tarde llegarían los Symphonic Game Music Concerts, que inspirados en los ciclos de Sugiyama, han incorporado a numerosos de los compositores en los arreglos orquestales e interpretaciones en directo. La misma Michiru Yamane interpretó suCastlevania al clavicémbalo y órgano en varios de ellos.

Castlevania, The Concert: Wood Carving Partita (interpretada por Michiru Yamane)

Totalmente conscientes de la capacidad de convocatoria (y de recaudación) de estos proyectos, algunas compañías desarrolladoras de videojuegos vieron el filón de extender la vida de sus sus productos a través de este tipo de conciertos. Totalmente ajena a la casa Square Enix, sin embargo, la propuesta Symphonic Fantasies destaca frente a todas las demás en esta tendencia cultural. Concebido como un homenaje sinfónico de las bandas sonoras de la series de Kingdom Hearts (Yoko Shimomura), Chrono (Hiroki Kikuta), Final Fantasy (Nobuo Uematsu) y Secret of Mana (Yasunori Mitsuda), es una propuesta de arreglos orquestales exquisitos, con una dirección impecable y, sobre todo, una narrativa musical coherente que atraviesa las piezas elegidas. No hay más que escuchar este movimiento construido sobre diferentes Final Boss para comprobarlo:

Symphonic Fantasies – Final Boss Medley

De conciertos temáticos a orquestas especializadas que tratan de “inyectar algo audaz, dinámico y fresco en la música clásica”. Es la Eminence Symphony Orchestra de Sidney. Fundada por el virtuoso violinista Hiroaki Yura hace diez años, ve en la interpretación de esta música (junto a la del anime o de películas de Hollywood), la oportunidad de romper las barreras entre el público y los músicos y vivificar la orquesta entre la gente joven.

ABC Asia Focus: Reportaje sobre la Eminence Symphony Orchestra

Pero no debemos mirar solamente a las orquestas profesionales o a las grandes salas sinfónicas para comprobar el poder de atracción de estas bandas sonoras. La Symphonic Anime Orchestra, formada por gente voluntaria de todas las edades y con diversas capacidades, ha participado en multitud de convenciones de anime y videojuegos por todo Estados Unidos y Japón. Entre su repertorio encontramos habitualmente piezas de Zelda,Kingdom Hearts, Mario Bros o Final Fantasy. Llevan ya diez años con la “única” pretensión de fomentar la diversión y la inclusión social a través de la música.

Wedding Watlz de Final Fantasy interpretada por el Symphonic Anime Quartet (SOA)

Experimentación musical, apertura de públicos y poder de convocatoria. Las bandas sonoras de videojuegos están renovado la música en general, y la sinfónica en particular. Porque si las películas han sido las narrativas audiovisuales dominantes del siglo XX, los videojuegos serán las del XXI. La industria musical está tomando buena nota de ello.

 Lee el artículo en Yuanfang Magazine

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Andrea Aisa Vega

Co-fundadora
Educomunicadora y consultora de comunicación digital para el Tercer Sector. Investigadora independiente en cultura audiovisual digital. Diseño proyectos digitales relacionados con nuevas pedagogías de la visión en la Sociedad Red.

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