El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha trasladado a Riad para negociar con el rey Abdalá. En estas fechas, Arabia Saudí tiene varios desafíos esenciales. En política interior, la continuidad del poder establecido y los cambios sociales. El retroceso como potencia que aspira a la hegemonía regional y el deterioro de sus relaciones con Estados Unidos determinan sus problemas externos.
Jeques, clanes y disputas
La monarquía actual es el resultado de la alianza, desde el siglo XVIII, entre la belicosa tribu Saud, en el centro de la Península Arábiga, y el wahabismo, movimiento ultraconservador del islam suní, por su estricta versión de la unicidad divina (tauhid) y su activismo violento para extender una interpretación (ichtihad) dogmática de la religión.